viernes, febrero 24, 2006

Regreso con Pavarotti

Desde que publiqué la última vez, han pasado dos meses, en los que celebrado la navidad, he recibido el año nuevo y he salido de vacaciones, todo con en familia. Ha sido un tiempo de gran disfrute y ahora ya están los niños a una semana de volver a clases... y yo a mi blog.

El que esta página se llame como se llama no es casual -ya está dicho- forman una tríada de disfrute de los sentidos, de todos ellos, los cinco conocidos por todos sumados a la emoción, y está por llegar un evento que me exacerba este último: la visita, el próximo 22 de marzo de Luciano Pavarotti a Chile, con su Farewell Tour.

Pavarotti ya visitó Chile en dos oportunidades y tuve el privilegio de asistir, en la primera de ellas, a un maravilloso recital. Al segundo recital no pude asistir pues no fue en Santiago y yo no pude viajar. No han pasado en balde los poco más de 14 años que separarán al de fines del 91 y el que se nos viene en marzo, sin embargo, estar en la presencia y al alcance de la voz de semejante monstruo de la lírica es un imperdible.

Los que amamos esta música reconocemos en Pavarotti una maravillosa voz y una capacidad interpretativa descollante. Es y seguirá siendo durante muchos años un referente ineludible para los nuevos cantantes. Canta como si sacar esa voz hermosa y potente no le significara ningún esfuerzo. Su simpatía y gusto por lo que interpreta inunda el ambiente donde está y contagia a los que lo vemos ¿ o simplemente lo escuchamos en alguna grabación. Si lo dudan, vean el comercial con que la empresa que lo trae a Chile anuncia su visita, lo he visto 3 veces y en cada una de ellas se me ha puesto "piel de gallina" de emoción.



Si Dios no dispone otra cosa, el 22 de marzo estaré en el Estadio Nacional de Chile, escuchándolo en persona por segunda y, con certeza, última vez. Pavarotti deja los escenarios después de haberse dedicado a lírica con pasión por más de 44 años desde su debut en abril de 1961. Pavarotti ha escrito parte importante de la historia de la opera, marcando una época y convirtiéndose en un ícono, como lo han sido Caruso y La Diva -Maria Callas- antes que él.

Un guiño mayor de Dios hará que me resulte asistir a una cena con él unos días antes del recital.

Ya les contaré, después de esta magna visita, los pormenores y las emociones vividas.