
Regreso con Pavarotti
Desde que publiqué la última vez, han pasado dos meses, en los que celebrado la navidad, he recibido el año nuevo y he salido de vacaciones, todo con en familia. Ha sido un tiempo de gran disfrute y ahora ya están los niños a una semana de volver a clases... y yo a mi blog.
El que esta página se llame como se llama no es casual -ya está dicho- forman una tríada de disfrute de los sentidos, de todos ellos, los cinco conocidos por todos sumados a la emoción, y está por llegar un evento que me exacerba este último: la visita, el próximo 22 de marzo de Luciano Pavarotti a Chile, con su Farewell Tour.
Pavarotti ya visitó Chile en dos oportunidades y tuve el privilegio de asistir, en la primera de ellas, a un maravilloso recital. Al segundo recital no pude asistir pues no fue en Santiago y yo no pude viajar. No han pasado en balde los poco más de 14 años que separarán al de fines del 91 y el que se nos viene en marzo, sin embargo, estar en la presencia y al alcance de la voz de semejante monstruo de la lírica es un imperdible.
Los que amamos esta música reconocemos en Pavarotti una maravillosa voz y una capacidad interpretativa descollante. Es y seguirá siendo durante muchos años un referente ineludible para los nuevos cantantes. Canta como si sacar esa voz hermosa y potente no le significara ningún esfuerzo. Su simpatía y gusto por lo que interpreta inunda el ambiente donde está y contagia a los que lo vemos ¿ o simplemente lo escuchamos en alguna grabación. Si lo dudan, vean el comercial con que la empresa que lo trae a Chile anuncia su visita, lo he visto 3 veces y en cada una de ellas se me ha puesto "piel de gallina" de emoción.
Un guiño mayor de Dios hará que me resulte asistir a una cena con él unos días antes del recital.
Ya les contaré, después de esta magna visita, los pormenores y las emociones vividas.